diumenge, 9 de setembre del 2012

647-Que en diuen dels catalans a Galicia.

Val la pena llegir-ho no tothom ho veu de la mateixa manera, encara
que ens ho vulguin fer creure.

Adjunto un article publicat al diari "EL PAIS" de Galícia,
ja que val la pena saber que en pensen de nosaltres.
Suso del Toro, és un dels escriptors de més actualitat a Galícia.

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Articulo Diario El País (Galicia)

SUSO DE TORO
Si Cataluña se va

Los intereses centralistas ya lo han logrado. Los catalanes han pasado
de la desafección al despegue.

La banca casi no concede créditos, pero también cuesta dar crédito a
lo que hacen la mayoría de los medios de comunicación madrileños. Ni
siquiera descansan los domingos: leo en una revista dominical que
distribuyó la pasada semana el rotativo El Mundo una lista que
confeccionaron con "los españoles más queridos y más odiados" por los
españoles. Qué miedo. Los tales "españoles" que declararon para la
encuesta su amor a diestro y su odio a siniestro en realidad son de
ese diario, pero la manipulación periodística hace que esas personas
se transformen en "los españoles". ¿A que no saben quiénes son "los
más odiados" de esa curiosa lista, que hace unos años nos parecería
grimosa y hoy ya pasa desapercibida?

Acertaron. De la lista de diez personajes, los que figuran en la parte
superior de la lista son políticos "enemigos de España": catalanes o
miembros del Gobierno de Rodríguez Zapatero, empezando por el propio
presidente. Los otros cinco son protagonistas o presentadores de
programas basura, lo que indica que quienes votan esa lista son
consumidores de esos manjares televisivos. ¿Los más amados? Los
deportistas y futbolistas que no sean catalanes, y eso tiene mérito
cuando una selección española repleta de catalanes acaba de ganar el
Mundial.

El odio contra los "enemigos de España", los "antiespañoles", viene
del franquismo, pero se siguió alimentando estos años con los
asesinatos de ETA y las ambigüedades del nacionalismo vasco ante los
crímenes. Cuando el terrorismo etarra aflojó porque no le quedó más
remedio, la dieta se completó con "los catalanes nos roban, el
"Estatut" rompe España, la lengua castellana se rompe, los toros se
rompen..." Los insultos continuos y las campañas contra los intereses
catalanes, su lengua y su identidad son el trabajo sucio y burdo, que
ha ido acompañado de razonamientos y análisis de intelectuales que
argumentaron lo mismo pero con más finura. La mirada y los intereses
centralistas que se cerraron en banda lo han conseguido: ya estamos en
una época nueva, Cataluña ha pasado de la desafección a su despegue,
buena parte de la sociedad catalana ha llegado a una conclusión al
fin: España no comprende a los catalanes y los rechaza; seguir
formando parte del Estado español solo le acarreará desprecios y
problemas.

Podemos detenernos en las incidencias, escándalos, roces entre
partidos catalanes, pero perderemos de vista lo esencial, lo que corre
por el fondo y es transversal al conjunto de la sociedad catalana:
Cataluña se está convenciendo de que su nacionalidad nunca tendrá
encaje en este Estado y de que España solo es un lastre. Mentalmente
ya casi han cruzado la raya. Si lo hacen, la deriva hacia la
independencia sería inevitable. En adelante nuestros conciudadanos
catalanes desistirán ya de buscar un encaje nacional dentro de la
Constitución , una Constitución que los propios nacionalistas
catalanes ayudaron a redactar y que suscribieron como un pacto
político para poder existir dentro de España. También saben que
reformarla o redactar otra nueva que los reconozca nacionalmente es
imposible: el nacionalismo español también lo impediría. Respecto a
los vascos como nacionalidad, en cuanto ETA ponga fin a su lamentable
y siniestra existencia, comprobaremos lo que piensa la mayoría de su
sociedad.

El Gobierno intenta un diálogo con la Generalitat para detener esa
deriva, pero los nacionalistas españoles, con la bandera tan
inflamada, probablemente conseguirán que fracase en nombre de la
sagrada unidad de España. Hemos visto cómo el españolismo empapa la
capital del Estado y todas las instituciones, desde el Tribunal
Constitucional al último guardia. La "España plural" ha sido
imposible, los esfuerzos para actualizar el autogobierno catalán
tendrían que haber ido acompañados de una política nueva que reflejase
la pluralidad cultural y lingüística y nada ha cambiado.

Una nueva idea de España. Pero España sigue siendo de
Cataluña, sin Estado o con él, es una nacionalidad europea, mientras
Galicia está siendo desguazada como nacionalidad desde la propia Xunta
siguiendo las consignas del españolismo centralista. Si los catalanes
se van, ¿qué España nos espera a nosotros? Pero vivir bajo la
ideología del nacionalismo cañí también será insoportable para muchas
otras personas por toda España que no tolerarán retroceder a la época
de pan, fútbol y toros. Una, grande y libre de catalanes, vascos y
demás ralea. Catalanes, por favor, piénsenlo dos veces, unos los odian
pero otros los necesitamos. Una España sin ustedes será
definitivamente insoportable.

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